Bernardo Arévalo por fin se posesionó como presidente de Guatemala
A pesar de la firme resistencia de sus oponentes en el gobierno, el líder anticorrupción Bernardo Arévalo, juró a primera hora de lunes 15 de enero, como presidente de Guatemala.
La posesión de Bernardo, se tornó caótica y su retrasada, debido a que sus opositores en el Congreso, lo cual desató tensiones ante el temor de que se estuviera gestando un último intento de frustrar la transición de poder.
Sin embargo, después de una demora de casi 10 horas, Arévalo, con 65 años de edad, asumió como mandatario para el periodo 2024-2028, en reemplazo del conservador Alejandro Giammattei, cuya gestión se ha visto envuelta en repetidos escándalos de corrupción y quien estuvo ausente en la ceremonia.
Su ascenso al poder —seis meses después de que su victoria en las urnas representó un contundente revés para la clase política conservadora de Guatemala— equivale a un cambio radical en el país más poblado de Centroamérica. Su aplastante elección reflejó un amplio apoyo a sus propuestas para frenar la corrupción y reactivar una democracia tambaleante.
“Me llena de profundo honor asumir esta alta responsabilidad. Durante estos últimos meses nos hemos enfrentado a complejas tensiones y desafíos que llevaron a muchos a creer que estábamos destinados a un retroceso autoritario”, dijo el presidente Bernardo.
Arévalo, un diplomático experto en resolución de conflictos que también ha sido diputado, asumirá la Presidencia con la principal promesa de luchar contra la corrupción para poder atajar después los problemas del país más poblado de Centroamérica, con más de 17 millones de habitantes, altos índices de pobreza y desigualdad y grandes necesidades de desarrollo en educación, salud o infraestructuras.
