Córdoba

En 1989 la tierra también se abrió en Puerto Escondido, el volcán provocó temor en la población

En febrero de 1989, hace 34 años, los habitantes de Puerto Escondido, corregimiento de Puerto Escondido en el departamento de Córdoba, presenciaron como se abrían grandes grietas en la tierra.

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El miedo y la preocupación creció porque de las rajas salía un olor a gas y había burbujas de lodo, algo similar a lo que se veía en el pequeño volcán que queda en la cima de ese cerro, lugar al que cada año cientos de turistas llegan para bañarse en el barro.
Eduardo Parra, ingeniero geólogo y el primer director de un observatorio vulcanológico que hubo en Colombia, fue el encargado de visitar Puerto Escondido y hacer un resumen técnico de lo que sucedía en ese municipio de la zona costanera de Córdoba.

El experto en volcanes habló con Red+ Noticias para explicar las posibles razones por las cuales la tierra se volvió a abrir y se tragó varias vacas. Aprovechó para recordar lo que en ese momento se vivía allí, en la tierra del Festival Nacional del Bullerengue.

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Eduardo Parra durante sus trabajos de inspección en Puerto Escondido. Foto: Suministrada a Red+ Noticias. 

 

Parra recuerda que la asociación entre las grietas y la cercanía al volcán, produjo entre los habitantes del sector un estado de alarma generalizado. La situación fue comunicada a las autoridades departamentales y a la Oficina Nacional de Prevención de Desastres (ONAD), quienes solicitaron a la Dirección de Ingeominas Medellín, entidad que estaba a su cargo, una visita al lugar para evaluar técnicamente la situación.

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Un sismo alteró el volcán de Puerto Escondido, Córdoba, abrió la tierra y se tragó cinco vacas

El 1 de marzo 1989 llegó a Puerto Escondido y corroboró el aumento de las grietas y los sonidos con desprendimientos de gases en la parte más cercana al volcán.
“Hice un recorrido a las diferentes manifestaciones de agrietamiento. Se pudo determinar que el fenómeno obedecía más bien a un deslizamiento de una amplia zona, preliminarmente evaluada como de 100 hectáreas”, recordó Parra.

En el círculo de este mapa está ubicado el volcán de lodo de Puerto Escondido, Córdoba. Foto: Suministrada a Red+ Noticias.
Después del análisis del suelo, se estableció que no había un peligro inminente sobre las vidas de las personas que habitaban en el corregimiento. Eso, debido a la relativa lentitud del movimiento con respecto al de las personas mismas, que en caso dado podrían evitar ser alcanzadas por el lodo.

 

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¿Qué ocasionó que la tierra se abriera?

Parra manifestó, en ese momento, que las causas del movimiento pudieron ser consecuencias del invierno, lo que provocó que se demorara más tiempo en eliminar el agua que estaba dentro de la tierra. También se atribuyó este fenómeno, en menor proporción, a cuatro represas utilizadas para abastecer con agua el ganado que se encontraba en esos potreros.

Aunque se dijo inicialmente que en la composición de la colina se debió a un factor importante del volcán de lodo mismo, la conclusión fue que las grietas no eran consecuencia de ningún fenómeno volcánico o de actividad de fallas. Sin embargo, entre las recomendaciones que hizo Parra estuvo que era necesario, al menos, emprender trabajos topográficos para delimitar el deslizamiento y con alguna frecuencia determinar la tasa de movimiento con el fin de conocer su evolución.

 

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El humo del incendio de combustión latente bajo tierra, en Cerro Bravo, es muy nocivo a largo plazo
“Los volcanes de lodo botan materiales que son arcillosos. Esas arcillas cuando hay un invierno prolongado vuelven a alcanzar el estado de humedad para fluir y se pueden formar deslizamientos de los volcanes de lodo”, explicó Parra este martes.

El mensaje para los habitantes de Puerto Escondido es que tengan precaución, pero tampoco entren en pánico.
Los volcanes de lodo no son ni tan inocuos para que la gente haga las casas a los lados ni tan peligrosos como para que vayan a producir daños.
Eduardo Parra.

¿Qué hacer en caso de erupción?

En el caso de que haya una erupción es mejor salir corriendo y alejarse un poco. Según Parra, al final del lodo llega el ácido de hidrocarburos que al contacto con el aire entra en incandescencia y puede quemar a las personas.
Asimismo, es importante no manipular fuego en esas zonas, pues se generaría un incendio.

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Tomado de: Red+Noticias

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