¡La caída del imperio !
Javier Paez, especial para chicanoticias
BERÁSTEGUI.
Solo quedan los recuerdos en la mente de antiguos del pueblo, de lo que antes era la imperio del azucar de Berástegui, algunos moradores dan relatos que se convirtió, entre 1896 – 1955, en el movimiento de la economía del pasado en Córdoba.
Este corregimiento perteneciente a Ciénaga de Oro, fue el centro del comercio y también en su momento del bienestar originado por la extinta plantaciones y además cultivos y procesamiento de la caña dulce o de azúcar. Según Rigoberto Arroyo, residente en el corregimiento, los herederos del sacerdote español JoséBerástegui fueron los pioneros de la fábrica que produjo en sus comienzos más de 11 mil bultos de azúcar, por mes. En esa época se convirtió en el segundo plan de negocios de la región.
Aseguran labriegos nativos que la comercialización se movía usando y ríos que existían tiempo atrás y además eran transportados grandes cargamentos de azúcar hacia el resto del país, incluso hasta Europa y parte de centro América como México, Guatemala, El salvador y Panamá.
“La abundancia azucarera atrajo a cientos de colombianos y asimismo extranjeros, que viajaron hasta territorio (Berastegui) e incluso, se quedaron viviendo allá. Entre estos técnicos, mecánicos, obreros y jornaleros, consiguieron empleo en las empresas azucareras de la localidad” explicó Rigoberto.
Miles de ciudadanos internacionales entre ellos ingleses, argentinos, cubanos, italianos y venezolanos, viajaron hasta al antiguo corregimiento, mediante convenios con el objetivo de echar, hacia adelante las fábricas y el comercio de ese entonces.
“Por eso usted nota hombres y mujeres en Berastegui, con facciones de gringos, cubanos y europeos, pero son nacidos acá. Algunos con ojos azules, blancos altos, Descendencia de los que estuvieron por el pueblo”, recuerda Rigoberto Arroyo, que logró ver la abundancia que traía la empresa de azúcar y aseguró muchos de esos viajeros dejaron su semilla.
Las viviendas del pueblo eran ocupadas por foráneos llegados, con el propósito de trabajar en los campos y también en las fincas productoras del material sembrados de cañas y esas antiguas casas años más adelante, se convirtieron en barrios del pueblo hasta hoy.
De acuerdo con lo indicado por habitantes del pueblo, una jornada de pago a los más de 1700 trabajadores de esa planta entre 1930 y 1940 duraba hasta una semana, tiempo en el cual las filas en la secciones eran prolongadas y largas.
¡cantinas, rin y mujeres!
En tiempos de pagos, la población se convertía en un mercado donde había cantinas, mujeres y ron, pues los empleados invertían su dinero en entretenimiento. También existían almacenes de ropa y zapato, distribuidores de insumos agropecuarios y vendedores ambulantes. Hay quienes aseguran que hasta de cuba venían a parrandear a Berasategui.
Así comenzó la caída del imperio
El desplome de la empresa azucarera La prosperidad, se desplomó de manera sorpresiva en el ingenio, arrastrando a su paso la economía del comercio.
La gran carga y compromisos financieros de la entidad obligaron a sus propietarios a buscar socios urgentes con el objetivo de salvar el ingenio, pero sin resultados positivos. “Ya en los años 1953, el presidente-militar de Colombia, general Gustavo Rojas Pinilla, se convirtió en el propietario de la empresa azucarera, y tras su decisión decidió cerrarla. Por tal motivo, el comercio se terminó dejando la población en el olvido , hasta hoy” explicó Jorge Manuel Polo Medina, conocedor del ingenio.
Años más tarde en un mes de marzo del año 1954, por orden de un juez de Cartagena, ordenó el remate de toda la infraestructura de la industria, y así acabó definitivamente el desarrollo de esta población.