Opinión

Unicórdoba en el Alto Sinú: sueño en construcción

Por Jairo Torres

Publicidad

El pasado 20 de febrero, con la presencia del gobernador de Córdoba, el rector de Unicórdoba y los alcaldes de los municipios de Tierralta y Valencia recorrimos el predio con una extensión de ocho hectáreas formalmente legalizadas y aportadas por el municipio de Tierralta, donde será construida otra sede de la Universidad de Córdoba en la subregión del alto Sinú.

La política de regionalización que lidera Unicórdoba requiere de acuerdos políticos y sociales para fortalecer y construir capacidades en infraestructura física, tecnológica, tiempos de formación y diversificación del currículos; es decir, un modelo educativo flexible y contextualizado que llegue a las regiones periféricas, rurales y rurales dispersas, para facilitar la ampliación de cobertura. La voluntad política del gobernador de Córdoba, Gobierno Nacional, alcaldes de la subregión y Unicórdoba garantizan el acuerdo para hacer realidad la sede universitaria para el alto Sinú. Un territorio golpeado por la violencia y criminalidad durante décadas, y que, lamentablemente ha dejado dolor, sangre, desplazados, víctimas y heridas sociales aún abiertas. Por consiguiente, la paz en los territorios representa acceso a derechos que dignifiquen la vida de la gente, históricamente excluida y marginada. En este sentido, una sede universitaria representa el derecho a la educación para la juventud sin oportunidades y condenada a la guerra.

Es por ello, por lo que, durante el primer semestre del presente año, adelantaremos los estudios y diseños de esta mencionada sede universitaria; la cual presentaremos al Ministerio de Educación y al Gobierno Nacional para su financiamiento y construcción. Importante enfatizar, que la política de regionalización de Unicórdoba está en sintonía con la apuesta consignada en el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 y Plan de Desarrollo Departamental.

Publicidad

Es paradójico que una subregión como el Alto Sinú privilegiada por la naturaleza en términos de posición estratégica, riqueza hídrica, diferentes pisos altitudinales, 60% de los bosques húmedos tropicales del Departamento, parque natural y nacional del “Nudo de Paramillo” con 504.000 hectáreas donde nacen los ríos San Jorge, Sinú, Manso, Esmeralda, Verde y un sinnúmero de quebradas, considerado una estrella fluvial y fábrica de agua que abastece la mayoría de los municipios del Departamento.

Esta riqueza ambiental contrasta con los indicadores socioeconómicos de los pobladores de la región, y revelan que, las necesidades básicas insatisfechas de acuerdo con datos del Dane se encuentran por encima del promedio nacional 27,7%, regional 47,2% y departamental 59,1%. En pobreza multidimensional presentan más del doble del promedio nacional 26,9, departamental 45,8, y el empleo informal supera el 90 %, la informalidad en la tenencia de la tierra del 75 %, evidenciando formas precarias de vida en la población. Esta paradoja, representa las razones, de un histórico conflicto con distintas expresiones de violencia; degradando el territorio y su gente.

Además, esta posición estratégica ha impedido superar su aislamiento geográfico, favoreciendo la llegada de diferentes grupos al margen de la ley, y que hoy representa una de las principales regiones productoras y comercializadora de coca en medio de un conflicto armado y social. El alto Sinú requiere construir capacidades y derechos; la sede de la Universidad es el primer paso en esa dirección.

¿Le resultó útil este artículo?
Lee también:
Publicidad