No conforme con tener que sufrir el desarraigo por haber salido de su patria, las calamidades por ser inmigrante y la muerte de su madre a causa –presuntamente- del Covid; Nelsy Agreda ahora debe pasar por el dolor de escuchar que la Registraduría y la Notaría no le certifican el acta de defunción por ser venezolana.
El calvario de esta venezolana de 38 años de edad comenzó el pasado 2 de diciembre, luego de que su madre de 58 falleciera con síntomas asociados al Covid. Firmó el consentimiento para una cremación que a ocho días del deceso tampoco se ha producido, por una presunta deuda que la Gobernación de Córdoba mantiene con la Funeraria Los Olivos; esta información se la reportó a Agreda personal de la casa velatoria.
“No sé qué más hacer, estoy desesperada, mi madre reposa en la morgue del Hospital San Jerónimo y no me entregan el cuerpo porque dicen que murió de Covid, tampoco la incineran porque la Gobernación y que debe mucha plata y ahora se niegan a certificarme el acta de defunción porque me dijeron que los venezolanos no tenemos derechos aquí, porque ya se venció el decreto de Duque, además que mi pasaporte está vencido y no cuento con el PEP”, relató a ChicaNoticias Nelsy Agreda.
Explicó que llegó de su natal Valencia, estado de Venezuela, hace casi dos años, huyendo de la crisis económica y hace uno logró traerse a su madre, esperando ofrecerle una mejor calidad de vida, sin saber que moriría en Montería: “Si mañana quiero llevarme las cenizas de mi madre para enterrarla en Venezuela no puedo porque la Registraduría se niega a certificar su muerte porque era venezolana y yo soy venezolana, siento que eso viola mis derechos humanos, ella murió aquí y es aquí donde debe certificarse y que yo sea inmigrante no puede ser la excusa para negarme y negarle a mi madre ese derecho”, añadió.
Agreda acudió a la Gobernación en búsqueda de respuestas sobre la cremación de su madre y ni siquiera la dejaron entrar, en la Alcaldía de Montería le dijeron que no tenían nada que ver con venezolanos, y en la Personería tampoco le dieron mayores esperanzas de una solución que le permita cerrar este capítulo en su vida.