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Violencia y caos se desató en México tras la captura de reconocido narcotraficante

Este jueves 29 de agosto, Culiacán, Sinaloa, se convirtió en un escenario de violencia extrema tras la captura de Ismael “Mayo” Zambada, uno de los principales líderes del cartel de Sinaloa. Desde su detención y posterior traslado a Estados Unidos, la ciudad fue testigo de múltiples balaceras, bloqueos de vías e incendios de vehículos, generando caos y temor en la población.

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Imagen de referencia – violencia

Captura de reconocido narcotraficante

Las autoridades locales informaron que las agresiones son parte de una respuesta violenta del cartel de Sinaloa, que ha recurrido a estos actos para manifestar su rechazo a la detención de Zambada. Según versiones preliminares, esta violencia podría estar vinculada a disputas internas entre diferentes facciones del cartel, exacerbadas por rumores de que Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo” Guzmán, habría influido en el traslado de Zambada a Estados Unidos.

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En la periferia de Culiacán, específicamente en el sector rural de Jesús María, civiles armados atacaron a un grupo de militares, desencadenando enfrentamientos que se prolongaron durante toda la tarde. La Secretaría de Seguridad de Sinaloa confirmó que el personal militar fue agredido en Peñasco y en respuesta, se movilizaron refuerzos para controlar la situación. Además, se reportaron bloqueos con vehículos en la zona de El Limón de los Ramos, sobre la carretera México 15.

La gravedad de los hechos llevó a las autoridades a suspender las clases universitarias en Culiacán y a reforzar la seguridad con un mayor despliegue de fuerzas militares en la ciudad. El caos generado por los ataques incluyó la quema de vehículos y autobuses públicos, afectando la movilidad y el día a día de los habitantes de la región.

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Ismael “Mayo” Zambada, uno de los fundadores del cartel de Sinaloa, había logrado evadir la captura durante décadas. Su detención marca un golpe significativo contra la organización criminal, pero también ha desencadenado una ola de violencia sin precedentes en la región, que sigue bajo la vigilancia estrecha de las fuerzas de seguridad mexicanas y estadounidenses.

 

 

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