El teniente coronel Benjamín Núñez, quien se encuentra prófugo de la justicia acusado de participar en la muerte de los 3 jóvenes de Chochó, tenía raros comportamientos; creía en amuletos y oraciones y en más de una ocasión aseguró que las balas no lo alcanzaban porque el estaba protegido por una potestad superior, aseguran algunos policías de Sucre.
Según los testimonios, Núñez pasaba todo el tiempo mal humorado y en muchas ocasiones, en la noche, salía a una finca a las afueras de la ciudad a realizar rituales esotéricos rodeado de velas, hierbas e imágenes y acompañado por 2 personas de quien dicen lo ayudaba a comunicarse con espíritus del más allá.
Núñez enfrenta un proceso judicial y es buscado en más de 170 países del mundo por la Interpol y en cualquier momento deberá responder por la muerte de Carlos Ibañez, Jesús David Diaz y José Carlos Arevalo.
