Emilio Tapia sigue prófugo de la justicia ¿Se entregará?
El contratista, vinculado a escándalos como el ‘carrusel de la contratación’ y ‘Centros Poblados’, enfrenta una nueva orden de captura tras la revocatoria de su libertad condicional. Su defensa anuncia una posible entrega en Barranquilla.

El nombre de Emilio Tapia Aldana vuelve a ocupar los titulares judiciales del país. El contratista, conocido por su participación en algunos de los mayores escándalos de corrupción de la última década, sigue prófugo de la justicia, aunque su defensa anunció que podría entregarse voluntariamente en las próximas horas.
La expectativa se centra en Barranquilla, donde, según su equipo jurídico, Tapia se presentaría en la cárcel El Bosque durante el martes 28 de octubre. La entrega se daría tras la orden de captura emitida por el Juzgado 15 Penal de Conocimiento de Bogotá, que revocó el beneficio de libertad condicional otorgado en abril por un despacho de ejecución de penas de la capital del Atlántico.

El tribunal consideró que la gravedad de los delitos cometidos por Tapia, cohecho propio, interés indebido en la celebración de contratos, enriquecimiento ilícito y concierto para delinquir, no justificaba su libertad, pese a haber cumplido más de las tres quintas partes de su condena.
En un auto de 26 páginas, el juzgado fue enfático al señalar que los hechos de corrupción liderados por Tapia “socavaron las arcas del Distrito y afectaron la transparencia de las altas esferas de la administración pública”.
Tapia, quien acumula tres sentencias que suman 12 años y un mes de prisión, fue una de las figuras clave en el carrusel de la contratación en Bogotá, durante la administración de Samuel Moreno, y más recientemente, su nombre resurgió en el escándalo de Centros Poblados, que salpicó al Ministerio de las TIC durante el gobierno de Iván Duque.

Aunque su defensa apeló la orden de captura ante el Tribunal Superior, el fallo del Juzgado 15 es de cumplimiento inmediato, lo que obliga al Inpec a ejecutar la detención en cuanto se conozca su paradero.
El abogado defensor manifestó a medios nacionales que su cliente está dispuesto a colaborar con las autoridades y “afrontar el proceso con transparencia”, al tiempo que cuestionó la severidad de la decisión judicial.
Sin embargo, la jueza del caso dejó abierta la posibilidad de emitir una nueva orden de captura si la entrega voluntaria no se concreta.
El caso de Emilio Tapia refleja la persistencia de la corrupción en los altos niveles de la contratación pública en Colombia. Su historial judicial es extenso y su nombre se ha convertido en sinónimo de las irregularidades que han desangrado al Estado durante años.

Pese a haber sido condenado y a recibir beneficios judiciales, las nuevas investigaciones por celebración indebida de contratos reavivan el debate sobre la eficacia del sistema penal frente a los delitos contra la administración pública.
Mientras tanto, el país observa con atención si Tapia cumple su promesa de entrega o si, una vez más, la justicia colombiana tendrá que salir a buscarlo.