EE. UU. reabre investigación comercial contra China y amenaza con nuevos aranceles

En un nuevo capítulo de la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo, el gobierno del presidente Donald Trump anunció el inicio de una investigación arancelaria contra China, destinada a revisar el cumplimiento de los compromisos comerciales firmados en 2020 durante su primer mandato. La medida llega en vísperas de la cumbre entre Trump y Xi Jinping, prevista para la próxima semana en Corea del Sur, y amenaza con elevar nuevamente las tensiones bilaterales.
El representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, informó este viernes que la investigación tiene como propósito “examinar si China ha implementado completamente sus compromisos en virtud del Acuerdo de Fase Uno, la carga o restricción sobre el comercio estadounidense resultante del incumplimiento de China y qué acciones, si corresponde, deben tomarse en respuesta”. Este proceso se ampara en la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974, que faculta al gobierno estadounidense para imponer sanciones o ajustar importaciones en caso de prácticas comerciales consideradas injustas.
El Acuerdo de Fase Uno, alcanzado en 2020, obligaba a Pekín a incrementar sus compras de productos agrícolas y energéticos estadounidenses y a mejorar la protección de la propiedad intelectual. Sin embargo, funcionarios estadounidenses sostienen que China no ha cumplido plenamente esos compromisos, lo que reaviva una disputa que había dado señales de tregua en los últimos años.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha endurecido su política comercial hacia China. Su administración ha restringido exportaciones tecnológicas, mientras Pekín ha respondido limitando el envío de minerales estratégicos esenciales para sectores como el energético y el de semiconductores. Además, el mandatario estadounidense ha amenazado con aplicar un nuevo arancel del 100 % a partir del 1 de noviembre si China no elimina esas restricciones.
La disputa también ha golpeado al sector agrícola de Estados Unidos, especialmente a los productores de soja, que han visto caer sus exportaciones debido a la suspensión de compras por parte de China. A pesar del clima de tensión, Trump se mostró optimista y aseguró que espera “alcanzar un acuerdo con Xi sobre comercio y otros temas”, manteniendo así las expectativas sobre la cumbre que podría redefinir el rumbo de las relaciones económicas entre ambos países.