ONU revisará método para medir cultivos de coca tras desacuerdo entre Petro y Washington
El más reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) reveló que en 2023 el país alcanzó un récord histórico de 253.000 hectáreas sembradas con coca, lo que lo mantiene como el mayor productor mundial.

En medio de las crecientes tensiones diplomáticas entre Colombia y Estados Unidos, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció este lunes que revisará la metodología utilizada para medir los cultivos de coca en el país. La decisión llega luego de que el presidente Gustavo Petro cuestionara la validez de las cifras oficiales y acusara a Washington de basarse en datos “exagerados” para descertificar a Colombia como aliado en la lucha antidrogas.
Nuevo método para medir cultivos de coca
El más reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) reveló que en 2023 el país alcanzó un récord histórico de 253.000 hectáreas sembradas con coca, lo que lo mantiene como el mayor productor mundial. Sin embargo, el Gobierno colombiano ha insistido en que dichas cifras no reflejan la realidad y presentan fallas metodológicas que deben ser corregidas.
A través de su cuenta en X, el presidente Petro celebró la decisión del organismo internacional: “La ONU acepta corregir el resultado del 2023 bajo nueva revisión”. Según el mandatario, las estadísticas fueron utilizadas por la administración estadounidense para justificar la descertificación, una medida que calificó como política y no técnica.
La UNODC reconoció que existen limitaciones en los datos actuales y manifestó su disposición de trabajar con el Gobierno colombiano para implementar nuevos modelos estadísticos que permitan un análisis más preciso del impacto de la política antidrogas. “Nuestro objetivo es mejorar la calidad y transparencia de la información”, indicó el organismo.
La descertificación, anunciada en septiembre por el gobierno de Donald Trump, no incluyó sanciones inmediatas, pero sí evidenció el distanciamiento ideológico entre Bogotá y Washington. Con la revisión de la ONU, el Ejecutivo colombiano espera fortalecer su postura y avanzar hacia un nuevo enfoque en la medición y tratamiento del problema de los cultivos ilícitos.