“No compraremos más armas a Estados Unidos”, dijo Benedetti

El ministro del Interior, Armando Benedetti, confirmó que el presidente Gustavo Petro ordenó que Colombia no adquiera más armamento a Estados Unidos en adelante. La decisión se da en el contexto de la reciente desertificación anunciada por Washington, que cuestionó la lucha antidrogas del país.
Benedetti aclaró que esta medida no afecta la cooperación militar ya existente, ni la ayuda recibida previamente, sino que se aplicará únicamente a adquisiciones futuras. “Lo que el presidente quiso decir es que a futuro no se le comprarán armas a Estados Unidos. No es que las ayudas militares o la cooperación ya recibida se desechen, es solamente hacia adelante”.
Desertificación: un mensaje político
El ministro calificó la desertificación estadounidense como una medida política dirigida al presidente Petro, y no un cuestionamiento a la estrategia antidrogas de Colombia. Señaló que las relaciones con algunos sectores del poder en Estados Unidos, incluidos líderes republicanos como Marco Rubio, han sido tensas desde antes del gobierno de Petro, incluyendo discusiones sobre aranceles y migración.
Resultados de la política antidrogas
Benedetti defendió los logros del gobierno en la lucha contra el narcotráfico, citando cifras del Departamento de Estado: 165.000 capturas, 1.200 toneladas de cocaína incautadas, 53.000 hectáreas erradicadas voluntariamente y más de 10.000 laboratorios destruidos.
El ministro criticó que EE. UU. enfoque su evaluación en la erradicación forzada, sin considerar el impacto humano en la fuerza pública. Recordó la muerte de 13 policías en operativos en el norte de Antioquia, resaltando que proteger la vida de los uniformados y civiles debe ser prioritario.
Cooperación militar y compras futuras
Aunque no se comprarán armas a EE. UU., Benedetti aseguró que la cooperación en entrenamiento y asistencia técnica continuará. Las Fuerzas Armadas ya han adquirido equipos de otros países, como aviones comprados a Suecia, sin afectar la seguridad nacional.
El ministro también explicó que la dinámica del narcotráfico en Colombia ha cambiado: el país ya no es centro de grandes carteles, sino parte de un esquema fragmentado, con “franquicias” de producción de coca destinadas al mercado europeo, mientras que el consumo en Estados Unidos se mantiene estable.