Menor detenida en Venezuela, denuncia por medio de una carta torturas por parte del régimen de Maduro
Mariana González, de 16 años, le escribió una dolorosa carta a su madre en la que le manifiesta que prefiere intentar contra su vida a seguir enfrentando los horrores de la prisión.
Más de 1.900 personas permanecen detenidas en Venezuela acusadas de delitos de odio tras las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, entre ellas Mariana González, una joven de 16 años que, según el partido Vente Venezuela, ha sido sometida a torturas físicas y psicológicas en sus cuatro meses de reclusión.
Mariana fue detenida arbitrariamente el 29 de julio cuando regresaba a casa con su novio y actualmente está recluida en el comando de la Policía Municipal de Tocuyito, bajo cargos de terrorismo, incitación al odio y destrucción de la vía pública.
Menor detenida por el régimen de Maduro
En una carta escrita a su madre, Mariana expresó su profunda desesperación y pensamientos suicidas, denunciando las condiciones inhumanas de su detención. “Me quedo sin fuerzas, sin ganas de vivir (…) prefiero matarme antes de seguir sufriendo”, escribió la joven, quien también agradeció el apoyo constante de su madre en medio de esta difícil situación.
Vente Venezuela, liderado por María Corina Machado, afirmó que no existen pruebas que justifiquen la detención de Mariana y que su caso refleja los abusos sistemáticos del régimen de Nicolás Maduro. La organización denunció que, de los 1.900 presos políticos electorales, al menos 12 han intentado quitarse la vida debido a las condiciones en los centros de reclusión.
La detención de Mariana ha provocado una ola de indignación en sectores sociales y defensores de derechos humanos, quienes exigen su liberación inmediata y justicia ante las graves violaciones a sus derechos. La joven, estudiante de quinto año de bachillerato, soñaba con ser funcionaria del CICPC, pero su futuro está en riesgo por esta situación.
Mientras tanto, organizaciones internacionales y nacionales redoblan sus llamados para investigar los abusos en Venezuela y garantizar el respeto a los derechos humanos de los detenidos, especialmente de menores como Mariana, quienes enfrentan condiciones de extrema vulnerabilidad.
