El primer reloj nuclear: una revolución en la medición del tiempo y la ciencia
Un equipo internacional de científicos ha desarrollado el primer reloj nuclear del mundo, un avance que promete transformar diversas áreas de investigación. Durante décadas, los relojes atómicos han sido la referencia en precisión, pero este nuevo dispositivo, creado por la Universidad Técnica de Viena (TU Wien) y el Instituto JILA/NIST en Estados Unidos, marca el comienzo de una nueva era. Su potencial para mejorar la precisión en la medición del tiempo podría tener un impacto significativo en campos como la geología, la física fundamental y la astrofísica.
Equipo de científicos desarrollan el primer reloj nuclear del mundo, su extrema precisión promete avances en multitud de campos.https://t.co/sI3Yc4xBxU pic.twitter.com/RVLlWxfSTu
— EcoInventos (@EcoInventos) September 5, 2024
El desarrollo de este reloj nuclear no ha sido un proceso sencillo. Liderado por el profesor Thorsten Schumm, el equipo de la TU Wien logró cambiar el estado de un núcleo atómico utilizando un láser en abril de 2024. Este hito crucial permitió que los núcleos de torio, un elemento químico con propiedades nucleares únicas, sirvieran como marcadores de tiempo. Aunque en sus primeras versiones el reloj nuclear no supera la precisión de los relojes atómicos actuales, los investigadores aseguran que están cerca de superar esta barrera.
El funcionamiento del reloj nuclear se basa en las transiciones energéticas del núcleo atómico, una característica que lo diferencia de los relojes atómicos convencionales que usan átomos. Dado que los núcleos atómicos son menos sensibles a interferencias externas, ofrecen una mayor estabilidad para medir el tiempo. En particular, el torio es el único elemento conocido cuyas transiciones nucleares pueden activarse mediante láseres, lo que lo convierte en un componente clave para este nuevo tipo de reloj.
Una de las principales dificultades en el desarrollo del reloj nuclear fue ajustar la frecuencia del láser utilizado en los relojes atómicos para que funcionara con el torio. Mediante una técnica avanzada conocida como “peine de frecuencias”, los científicos lograron convertir pulsos de luz infrarroja en luz ultravioleta, una frecuencia adecuada para activar los núcleos de torio. Este avance ha permitido una precisión sin precedentes en la medición del tiempo, llegando al rango de kilohertz, una mejora de un millón de veces en comparación con las mediciones anteriores.
Este avance no solo mejorará la medición del tiempo, sino que también abrirá nuevas oportunidades en áreas como la astrofísica y la física cuántica. Los relojes nucleares podrían usarse para estudiar las constantes fundamentales del universo y examinar si estas varían con el tiempo. Además, la precisión extrema de este reloj permitiría realizar mediciones más exactas en geología, ayudando a monitorear cambios en la Tierra, como los movimientos tectónicos y las variaciones gravitatorias.
El desarrollo del primer reloj nuclear representa un avance trascendental en la ciencia moderna. Su precisión extrema promete revolucionar campos científicos clave y proporcionar nuevas herramientas para explorar las leyes fundamentales del universo. Con el potencial de superar a los relojes atómicos en un futuro cercano, el reloj nuclear podría marcar una nueva era en la medición del tiempo y abrir un abanico de posibilidades para el desarrollo tecnológico.