El caso de Gisèle Pelicot: la mujer que fue violada por más de 51 hombres con el consentimiento de su esposo
El pasado lunes 2 de septiembre, en Aviñón, Francia, inició uno de los juicios más escalofriantes en la historia reciente del país. Dominique Pelicot, de 71 años, junto a otros 50 hombres, enfrenta cargos por la violación sistemática de Gisèle Pelicot, su esposa, a quien drogó durante una decada para que fuera abusada sexualmente por desconocidos. Este caso, que ha conmocionado a la sociedad francesa, expone un horror oculto tras la aparente normalidad de un matrimonio.
Dominique Pelicot drogaba a su esposa con ansiolíticos, dejándola inconsciente para luego ofrecer en foros de internet que las personas llegarán a su casa a cometer los abusos sexuales, todo esto, mientras él grababa y fotografiaba las agresiones.
La red de abusadores incluye a personas de distintas profesiones, desde obreros hasta enfermeros y periodistas. En total, se han identificado 200 actos de violación registrados en los dispositivos electrónicos de Pelicot, de los cuales más de 90 corresponden a terceros.
¿Cómo se descubrió todo?
El descubrimiento del caso fue accidental. En septiembre de 2020, un guardia de seguridad en un centro comercial de Carpentras, en el sur de Francia, sorprendió a Dominique Pelicot mientras intentaba filmar por debajo de las faldas de varias mujeres.
Ante esto Dominique fue detenido, lo que llevó a la policía a descubrir las imágenes de los abusos en su hogar. Mientras revisaban sus archivos encontraron en un disco duro una carpeta denominada “ABUSOS”, donde Dominique guardo todas las agresiones a las que fue sometida su esposa.
Dominique organizaba minuciosamente cada video y fotografía, añadiendo fechas, nombres o apodos y títulos de contenido pornográfico, convirtiendo su hogar en una cárcel invisible para Gisèle Pelicot, quien no era consciente de lo que sucedía. “Siento repulsión, me siento humillada, usada y traicionada. Es como un golpe devastador, como si me hubiera arrollado un tren a toda velocidad”, expresó la mujer en declaraciones a la agencia AFP.
El abusador imponía reglas macabras a los hombres que participaban en los crímenes: no usar perfume y calentar las manos para evitar despertarla, manteniéndola en un estado de inconsciencia total. Estas directrices, según The New York Times, no solo garantizaban el control absoluto sobre su esposa, sino que transformaban la casa en un escenario pensado exclusivamente para cumplir sus retorcidas fantasías. Gisèle Pelicot, quien no tenía memoria de los hechos debido a su estado de inconsciencia, se enfrenta ahora a las terribles pruebas de lo sucedido.
Gisèle Pelicot solicito un juicio publico
Gisèle, ahora plenamente consciente de los horrores que sufrió, llegó al tribunal acompañada de sus hijos, dispuesta a enfrentar no solo a su esposo, sino también a los demás implicados en su tragedia. A pesar de que las leyes francesas permitían llevar el juicio a puerta cerrada, ella exigió que las audiencias fueran públicas, como explicó su abogado Antoine Camus a CBS News.
El juicio, que se extenderá por cuatro meses, ha reabierto investigaciones sobre otros crímenes no resueltos relacionados con Dominique Pelicot, sugiriendo su posible participación en violaciones y asesinatos previos. Este caso ha provocado un intenso debate en Francia sobre el consentimiento y el uso de drogas en delitos sexuales, mientras el país sigue de cerca el desarrollo de este inquietante proceso judicial.
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