Colombia no olvida el crimen que le quitó la vida a Jaime Garzón
La degradación del conflicto colombiano ha tenido picos estremecedores, y uno de los más impactantes fue el asesinato del popular humorista Jaime Garzón hace 25 años. Este crimen, que aún permanece en la impunidad, no logró borrar el recuerdo de “un demócrata”, como lo describe su hermano, el caricaturista Alfredo Garzón.
Jaime Garzón, quien también era abogado y periodista, fue asesinado a tiros en Bogotá el 13 de agosto de 1999 por sicarios bajo órdenes de Carlos Castaño, jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). El crimen contó con la complicidad de agentes del Estado, entre ellos José Miguel Narváez, quien en ese momento era subdirector del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), la policía secreta.
Con 39 años en el momento de su muerte, Garzón se había ganado la fama gracias a ‘¡Quac! El Noticero’, un programa televisivo de sátira política donde, con agudo sentido del humor, criticaba al gobierno, a los políticos, a la corrupción y a todo lo malo del país. Su popularidad lo llevó a ser buscado en varias ocasiones para mediar en la liberación de secuestrados por la guerrilla de las Farc, lo que le valió la etiqueta de “izquierdista” en un país dominado por la derecha.
“Más que un hombre de izquierda, Jaime fue realmente un demócrata en el sentido amplio de la palabra y lo que eso significa”, dice Alfredo Garzón en una entrevista. A pesar del dolor por la pérdida de su hermano, Alfredo mantiene la claridad de que Jaime dejó un legado duradero a través de la sátira política y los múltiples personajes que creó, un legado que sigue vivo un cuarto de siglo después, especialmente entre los jóvenes.
“He estado por todas partes en Colombia y se encuentran muchos grupos culturales, grupos de teatro, e incluso en varias universidades tienen la cátedra ‘Jaime Garzón’, organizada por estudiantes”, explica Alfredo. Destaca, además, que en muchos casos, estas iniciativas provienen de personas que no conocieron personalmente a Jaime.