Docentes evalúan presencia de microplásticos en la Ciénaga ‘La Guartinaja’ del Bajo Sinú
Los resultados del proyecto de investigación liderado por docentes del programa de Ingeniería Ambiental con apoyo de profesores del programa de Acuicultura, fueron socializados con comunidades de San Sebastián, Lorica; y los municipios de Momil y Purísima.
En un reciente estudio realizado por la Universidad de Córdoba, se ha revelado la preocupante presencia de microplásticos en la Ciénaga “La Guartinaja” del complejo cenagoso del Bajo Sinú. El proyecto, titulado “Ocurrencia, distribución y migración de microplásticos en la Ciénaga ‘La Guartinaja’ del complejo cenagoso del Bajo Sinú, Córdoba”, se llevó a cabo con recursos propios de la universidad y se centró en analizar la distribución de microplásticos en el agua, sedimentos y organismos acuáticos, específicamente en el bocachico, al tratarse de una especie de pez emblemática de la región.
La investigadora principal del proyecto y profesora del programa de Ingeniería Ambiental, Zoraya Martínez Lara, destacó la naturaleza interdisciplinaria del estudio: “Es un proyecto interdisciplinar de dos facultades, Ingenierías y Medicina Veterinaria y Zootecnia; de dos grupos de investigación, GIMESA de Ingeniería Ambiental y CINPIC de Acuicultura; y de cuatro semilleros de investigación. Se realizó una línea base, un diagnóstico del tema, y efectivamente encontramos microplásticos en la matriz agua, en la matriz sedimento y en la matriz biológica, específicamente en peces”.
Según Martínez, aunque actualmente no existen estándares internacionales sobre los niveles permisibles de microplásticos, los hallazgos preliminares indican concentraciones moderadas a bajas en agua y sedimentos, y la preocupante presencia de microplásticos en el tracto digestivo de los peces.
La investigación también identificó las áreas con mayor concentración de microplásticos, siendo las cercanas a San Sebastián y los territorios adyacentes al caño Aguas Prietas, en la zona sur oriental del espejo. Martínez enfatizó la importancia de continuar investigando para comprender mejor la magnitud del problema y sus posibles implicaciones: “El muestreo se hizo en una temporada hidrológica y necesitamos más datos para mejorar el conocimiento y ampliar las conclusiones. Confiamos en que podamos seguir investigando”.
Por su parte, la profesora Diana Herazo Cárdenas, del programa de Acuicultura, explicó su papel en la evaluación de microplásticos en el bocachico, una especie vital tanto económica como culturalmente para las comunidades del Bajo Sinú. “Dentro de los resultados obtenidos, tuvimos la aparición o la presencia de microplásticos de características de fibras en el 100% de todos los organismos muestreados. Esto nos indica que los resultados obtenidos en la matriz agua y en la matriz sedimentos se están reflejando en la alimentación del bocachico”, comentó Herazo.
La investigación reveló que la mayor incidencia de microplásticos en el tracto digestivo de los bocachicos correspondía a filamentos de color rojo, posiblemente confundidos por los peces con sus alimentos naturales, como los gusanos oligoquetos.
La docente unicordobés alertó sobre los posibles efectos adversos de los microplásticos en la salud de las especies acuáticas y, por extensión, en la salud pública: “Los microplásticos están construidos o hechos con compuestos químicos que pueden actuar como disruptores endocrinos, afectando los procesos reproductivos y la salud de las comunidades biológicas que habitan en la ciénaga”.
Herazo Cárdenas resaltó la necesidad de generar una mayor conciencia y acción tanto de la comunidad científica como de las autoridades locales para abordar esta problemática emergente.
Este estudio de línea base es sólo el comienzo, y ambas docentes enfatizan la urgencia de continuar investigando y ampliando el enfoque a todas las especies de peces y organismos del complejo cenagoso. Además, subrayan la importancia de implementar un manejo adecuado de residuos sólidos y fomentar en las comunidades prácticas de separación en la fuente, reducir, reciclar y reutilizar para evitar que los microplásticos continúen contaminando la ciénaga.
A la jornada de socialización también asistieron los docentes que hacen parte del proyecto y lideran cada una de las matrices evaluadas: Viviana Soto Barrera, Doris Mejía Ávila, Franklin Torres Bejarano, Gabriel Campo Daza y Argemiro Moreno Arteaga, así como estudiantes y miembros de la Junta de Acción Comunal de San Sebastián y asociaciones de pescadores de sectores aledaños. Estos últimos reiteraron la importancia de los estudios liderados por la institución, ya que este trabajo de extensión mejora la calidad de vida de cientos de familias que dependen de las actividades económicas vinculadas al complejo cenagoso del Bajo Sinú.
Entretanto, la docente Viviana Soto puntualizó que “durante la socialización del proyecto contamos con la asistencia de cerca de 100 personas. Este evento, que denominamos ‘Apropiación de las realidades ambientales de la ciénaga de La Guartinaja’, fue una oportunidad para compartir los resultados obtenidos tras un año de investigación. Estos hallazgos son cruciales para comprender el impacto de los microplásticos en el ecosistema del complejo cenagoso del Bajo Sinú, y nos permiten avanzar en el desarrollo de estrategias para mitigar su efecto en el medio ambiente.”