Mototaxistas preparan multitudinaria caravana para recibir a Álvaro Uribe en Sincelejo

Sincelejo vive un ambiente de expectativa y tensión horas antes de la llegada del expresidente Álvaro Uribe Vélez, en medio de una masiva convocatoria de mototaxistas que promete paralizar la ciudad.
Desde muy temprano, las calles de la capital sucreña se llenaron de comentarios, preparativos y rutas trazadas por miles de mototaxistas que anunciaron una caravana sin precedentes para recibir al exmandatario este miércoles. La invitación, difundida ampliamente en redes sociales, ha generado tal eco que muchos la describen como una de las movilizaciones más grandes y ruidosas que se recuerden en la región.

De acuerdo con voceros del gremio, la caravana no será únicamente una muestra de respaldo político. Los mototaxistas aseguran que aprovecharán la presencia de Uribe para visibilizar las dificultades que enfrentan a diario, desde la falta de regulación hasta los constantes operativos que consideran injustos. “Queremos ser escuchados. Esta es una oportunidad para que nuestras necesidades lleguen a oídos de alguien que pueda transmitirlas”, explicó uno de los organizadores.
A pocas horas del evento, grupos de mototaxistas afinaban detalles logísticos: puntos de salida, recorridos coordinados y hasta señales entre ellos para desplazarse en bloque por toda la ciudad. Para muchos habitantes, el ambiente revive las grandes movilizaciones que solían teñir de motos, ruido y banderas las principales vías de Sincelejo.

Sin embargo, no todo es entusiasmo. Autoridades locales y sectores ciudadanos expresan preocupación por el posible colapso vehicular y las aglomeraciones que podría generar la caravana, en una ciudad que ya enfrenta dificultades de movilidad. El clima político también se ha cargado: mientras algunos celebran la movilización como un acto de respaldo al expresidente, otros temen que la ciudad quede semiparalizada por el impacto de la marcha.
La llegada de Uribe y la caravana motorizada se han convertido en el tema del día en Sincelejo, donde el ruido de los motores y las conversaciones en redes anticipan una jornada que marcará la agenda política y social del departamento.