Treinta y un años esperando por María
En el Sur de Córdoba, las mujeres han enfrentado la violencia con resiliencia durante décadas. Hace 31 años, María, una joven de 17 años, desapareció, sumiendo a su familia en el dolor. En 1992, la región estaba marcada por el conflicto armado y el temor.
El día que María desapareció dijo que iría a hacer una diligencia al pueblo más cercano, iba con Ema, su hermana de crianza, quien tenía 11 años y décadas después lideraría con valentía su búsqueda adentrándose, incluso, a los sitios más lejanos del Sur de Córdoba.
“Ellos me dejaron en la calle, quedé ahí llorando y me dijeron que me fuera para la casa, que ella iba a regresar… pero regresó en un cofre. Recuerdo que me quedé parada en el camino, me dijeron que se la llevaban para hacer un mandado y no la regresaron más, hasta ahora. Ella me dejó y yo la encontré”, expresa Ema conteniendo su dolor.
Esta última lideró su búsqueda valientemente años después. Ema fue la última en ver a María el día de su desaparición y enfrentó amenazas al preguntar por ella.
Años más tarde, cuando tenía 35 años, Ema reanudó la búsqueda sin miedo, rastreando en diferentes pueblos. A pesar de la esperanza de que regresaría, Ema finalmente descubrió que María había fallecido en 2007 y fue inhumada en Tierralta.
Ema contactó a la Cruz Roja y la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas, y se unieron al proceso los firmantes del Acuerdo de Paz. Juntos ubicaron el cuerpo de María, que fue entregado a su familia en Valencia, Córdoba, para un digno adiós.
La familia despidió a María en un ritual íntimo y personal. Los nombres se cambiaron por solicitud de la familia.
También le puede interesar:
Más de 22.000 soldados de la Séptima División brindarán seguridad en la jornada electoral