Edwin Contreras Martínez, de 29 años, lo alcanzó la muerte cuando visitaba a sus hermanos menores en el sector Ricaurte, de Olaya Herrera, en la noche del jueves 16 de febrero.
Sicarios en moto llegaron hasta su víctima, le dispararon en varias oportunidades, apagaron su vida en plena vía pública y luego huyeron como si fueran fantasmas que no dejan rastro. Ocurrió a las 6:30 de la tarde.
Su familia está sumergida en el dolor y asegura no saber por qué y cómo ocurrió el ataque a bala, ya que tanto Edwin como ellos viven entre los barrios Las Palmeras y El Porvenir, así que no presenciaron lo ocurrido. Edwin solo estaba en Ricaurte visitando.
Dicen testigos que la víctima jugaba fútbol en la calle con su hermano menor, de 13 años. Luego pararon un momento y se dirigió a comprar un chito para dárselo a un sobrino, es allí cuando aparecen los sicarios y le disparan en cinco oportunidades.
El hermano, al ver lo que ocurría, intentó golpear al sicario con una piedra, pero fue en vano: el sujeto subió a una moto y se esfumó. Edwin fue llevado a una clínica cercana, pero ya nada pudo salvarlo.
La Policía Metropolitana llegó al sitio para controlar la situación ya que, al parecer, allegados al fallecido estaban alterados y señalaban a un sujeto como el homicida e intentaron agredirlo, pero esta información no fue confirmada por la institución.
Por el momento, investigan el crimen y tratan de dar con los responsables. Al parecer, la víctima no tenía amenazas por eso se desplazaba tranquilamente por la ciudad.
Tomado de : El Universal
