El 3 de mayo del 2020, Atilio Manuel Espinoza Díaz de 86 años, fue asesinado en la terraza de su casa, ubicada en el barrio Pablo VI del municipio de Cereté. Al parecer, fue golpeado con un objeto contundente por su propio hijo, Adolfo Espinoza Ochoa.
A pesar de que la Fiscalía le imputó el delito de homicidio agravado, hasta la fecha el presunto homicida confeso, no sólo permanece en libertad, si no que no le han dictado medida de aseguramiento.
Los familiares de este abuelo exigen justicia, ya que –supuestamente- lo que hasta ahora se ha visto es una dilatación del caso, por lo que creen que será otro homicidio que quedará en la impunidad.
Aunque el padre y el hijo peleaban constantemente, los familiares de la víctima aseguraron que en esa ocasión no hubo riña, el aparente parricida habría llegado en estado de ebriedad y se habría aprovechado de que el adulto mayor estaba dormido en una silla en la terraza de su casa, para golpearlo salvajemente en la cabeza con un objeto contundente.
