El próximo 20 de marzo se cumplen 16 años del asesinato del locutor y comunicador social, Gustavo Rojas Gabalo.
Su ausencia dejó un gran vacío en los medios de comunicación, las comunidades y sobre todo en su hija mayor, quien nunca se imaginó que sería víctima de la violencia en Córdoba.
Para la periodista Erlis Rojas, hija mayor de “El Gaba”, la vida como la conocía no volvió a ser la misma, ha necesitado de mucha oración y mucha resiliencia para levantarse del inmenso dolor que le produjo ver morir a su padre y ver la impunidad que aún rodea el caso.
“Albergué mucho odio en mi corazón. Cuando mi padre murió quedé en shock, aún tengo lagunas de lo que ocurrió en aquel momento, pero tuve la oportunidad de conocer a otras personas que vivieron peores cosas que yo y eso me ayudó a sanar, aunque aún me duele su ausencia”, dijo Rojas.
La relación de Erlys con su padre fue muy estrecha desde la niñez, caminó con él por casi todo el departamento en su labor social, lo que la ayudó a conocer palmo a palmo la necesidad de las comunidades.
Estudió locución en Bogotá para seguir los pasos de su padre y posteriormente se convirtió en periodista con el único objetivo de continuar con el trabajo que “El Gaba” venía adelantando. El Grupo de Comunicaciones El Meridiano le abrió las puertas y desde esa tribuna defendió la causa de los pobres y expuso cada necesidad.
Hoy se reinventa en la política, pero siempre con las enseñanzas de su padre por delante: “Él pensaba en que desde la política podría ayudar más a las comunidades, pero no pudo concretar sus proyectos. Ahora, y tratando de seguir con su legado, busco una curul en el Congreso con el partido Liberal, porque estoy convencida que puedo ayudar a mi pueblo desde esa tribuna”.
Para esta mujer con mucha resiliencia, el trabajo social no le es ajeno, nació en él, y creció para él. Desde el periodismo lo ha fomentado y donde quiera que esté, seguirá trabajando para ayudar a la gente a salir adelante y a mejorar su calidad de vida.
