Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se proyectaba en Córdoba un incremento del 23% de pobreza por efectos de la pandemia, pero ésta se situó en 14%.
En este sentido, el gobernador de Córdoba, Orlando Benítez, mostró la medición ante la Consejería Presidencial y dijo que “el trabajo anticipado hecho en la región permitió minimizar el grado de afectación de los ciudadanos”.
Dijo que además de las estrategias de ayuda social y subsidios respaldados por el Gobierno Nacional, las políticas públicas en la región, como reactivación campo, matrícula gratuita, pago de servicios públicos, fondo de educación superior, obras de activación de empleo, entre otros lineamientos, aliviaron a los cordobeses y permitió mejorar sus condiciones de vida en medio de la más dura crisis de la pandemia.
Añadió que se ha avanzado, en medio de la pobreza y resaltó la gran estrategia que fue haber protagonizado el “Pacto Territorial Golfo de Morrosquillo”, que significó la mirada fija del Gobierno sobre 10 municipios de Córdoba y Sucre con una billonaria inversión proyectada.
Sin desconocer los problemas internos de la región, entre otras tantas razones, por factores como la violencia, su gobierno estableció la política pública de defensa de los derechos humanos, la instalación y verificación de mesas territoriales, el pacto ciudadano por la no estigmatización de los líderes y el reconocimiento de ellos como esfuerzo colectivo para defender la dignidad humana.
