Es tanto el aumento de la ola de violencia en el bajo Cauca antioqueño y sus límites con Córdoba, que Medicina Legal en el departamento está que no da abasto.
Lo peor de todo esto es que cuando ya se hace el trabajo de identificación plena de los muertos los familiares no pasan a reclamar sus cadáveres.
La aparición de cuerpos N.N., en Medicina Legal en Montería, han provocado que se tengan que redoblar los trabajos científicos para poder identificarlos. Lo anterior para entregar a los familiares de las víctimas los cadáveres con la certeza de que cada cuerpo corresponde a quien ellos reclaman. Pero en algunos casos el trabajo de los forenses ha quedado en suspenso, porque luego de tener las plenas identidades de víctimas de la violencia sus familiares no han llegado a Medicina Legal a iniciar los trámites de reclamación de los cadáveres de sus seres queridos.
Entre estos casos se cuentan: el de Luis Fernando González Soto, cuyo cuerpo sin vida fue hallado en la vía a Planeta Rica el 4 de septiembre de este año.
José Luis Arroyo Hernández, a quien le hicieron inspección técnica a su cadáver en la Clínica Amigos de la Salud el 22 de julio del presente año.
Javer Darío Castañeda García, hallado sin vida en la vereda Quinientos Cinco, de Zaragoza, Antioquia, el 5 de noviembre de 2019.
José Jaber Valencia Mejía, cuyo cuerpo fue hallado el 30 de julio de este año en zona rural de Los Córdobas.
Otro caso es el de Lucelis Márquez Bellido, cuyo cuerpo fue encontrado en el barrio El Águila, vereda Las Brisas, del municipio de Caucasia.
Euclides Nisperuza Nisperuza, hallado muerto en la vereda Rancho Viejo, de Tarazá.
Reinaldo de Jesús Tobón Chanci, inspeccionado su cadáver en la vereda
Según los datos de Medicina legal en Montería todos los cuerpos que ahí reposan fueron de muerte violenta.
