Opinión

Montería vive el campo

Por: Edgardo Espitia Cabrales

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El bienestar de la población campesina y el aumento en la productividad de nuestro sector agropecuario es uno de los grandes objetivos que hemos trazado para Montería.
Sin duda, el agro está en el ADN de nuestras gentes y es uno de los frentes en los que debemos trabajar intensamente, buscando llevar el desarrollo a las poblaciones rurales monterianas. Así, tendremos una gran despensa, donde no solo se produzcan alimentos para nuestras comunidades, sino también lo suficiente para surtir mercados nacionales e internacionales.

El ciudadano de nuestro territorio rural debe seguir enamorado de su tierra, pero para ello tiene que encontrar oportunidades de trabajo en su mismo entorno y contar con sitios donde sus hijos puedan educarse, así como mejores condiciones en salud y servicios públicos.
Con esa convicción, recientemente, participé en la instalación del Consejo Municipal de Desarrollo Rural, un organismo desde el cual se pueden direccionar las inversiones para lograr esas mejores condiciones de vida.

Este es un mecanismo de participación, en el cual, los propios habitantes del campo, quienes mejor conocen las condiciones de cada zona, hacen sus aportes para que, con una debida planeación, podamos decidir hacia dónde se pueden orientar esos recursos.

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Se necesita conocer de cerca las necesidades de la zona rural, para direccionar nuestras proyecciones y priorizar inversiones, y este Consejo nos permitirá eso.

Sabemos que no solo se trata de aplicar políticas para alentar al campesinado a emprender sus proyectos agropecuarios, sino también hacer intervención en mejoramiento vial, así como potenciar el acceso al agua, lo cual le llevará a un mejor vivir.

Eso sí, somos conscientes, tanto los miembros del gobierno municipal, como los líderes rurales y las entidades que tienen que ver con el agro, de que se deben establecer prioridades, pues los recursos son limitados.

Tengo la convicción plena, y sé que también hay esa certeza en la administración municipal, de que estas mejoras tienen que hacerse alejadas de favorecimientos políticos. La meta es la productividad en el campo.

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También debemos respaldar los productos autóctonos y el mantenimiento de la tradición rural. Es fundamental apoyar a medianos y pequeños productores, propiciando el acceso a capacitación y a asistencia técnica. Esos son aspectos importantes para un desarrollo apropiado de sus enclaves agropecuarios, de tal forma que no solo les alcance para cubrir sus necesidades básicas alimenticias, sino para que tengan una mejor producción y más ingresos económicos.

Por supuesto, hay que sumarle la posibilidad de acceder fácilmente a créditos. Por eso, desde la Alcaldía de Montería, se gestionan oportunidades para los campesinos, a través de proyectos del Fondo Emprender, con capacitaciones y capital semilla condonable.

Todas estas son acciones que se pueden impulsar, desde este espacio de concertación constante, en pro del desarrollo rural del municipio. Si miramos las funciones del CMDR, encontramos, entre otras, la prevención de riesgos en la producción de los alimentos y el fomento a la protección de la producción agrícola, forestal y pesquera del municipio, aplicando acciones de desarrollo sostenible.

Todo esto tiene una alta concordancia con lo que se quiere plasmar en el Plan de Desarrollo Municipal (PDM) de Montería. Por ello, dentro del circuito Climático, en la temática de Agricultura, solicitamos la inclusión de la reactivación del CMDR.

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Un funcionamiento óptimo de este organismo nos ayudará a constituir esa Política por un Campo Productivo, que tanto queremos.

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