Emprender y no morir en el intento
Por : Mariangela Del Rosario Mercado Salas
Cuando se trabaja con emprendedores, además de hacer eventos, capacitaciones y ruedas de negocios hay que motivar, dar fuerza, animar en la medida de lo posible ya sea de manera individual o grupal, porque emprender en cualquier contexto no es fácil, sostenerse ya sea una sola persona o una familia de dos o más con el ingreso percibido de un negocio propio, capitalizar para crecer y no morir en el intento es una tarea “titánica”.
A lo largo de estos años he conocido emprendedores con capital y tiempo suficiente para fortalecerse e incluso expandirse que desisten por diferentes motivos, también se de muchos que han empezado literal, como decimos en nuestra tierra: “con las uñas” y hoy en día no solo tienen punto físico y empleados a cargo, sino que están pensando en abrir locales en otras ciudades y los que aplican, en exportar.
¿Qué diferencia a unos y otros?
Son muchos factores, pero por esta vez me voy a concentrar en los que considero los tres ingredientes principales: Pasión, disciplina y perseverancia. Desarrollar como independientes una actividad que no nos apasione es condenarnos al fracaso aun cuando se logre el éxito externo. La disciplina involucra el orden en todo sentido, no administrar eficientemente los recursos y el tiempo, genera reprocesos y en consecuencia desgaste físico y emocional que se va acumulando y conlleva a, tarde o temprano, a desistir. Por ultimo y el más importante PERSEVERAR. Si todo esto va a acompañado de un propósito, tenemos la receta perfecta.
De las formas más efectivas de motivación, para mi, es contar historias reales es por ello que, si te gusto mi columna y quieres conocer historias de emprendimientos exitosos y no exitosos y seguir leyendo temas relacionados con el emprendimiento, por favor déjanos un like en la publicación de esta columna y espera muy pronto la siguiente.
