El 21 de marzo se celebra el Día Internacional de los Bosques, en este importante día resaltamos la importancia de los bosques de manglar que existen en el Caribe Colombiano, ya que son uno de los ecosistemas más productivos del mundo y estratégicos en la mitigación del cambio climático.
Los manglares son ecosistemas de pantano, dominados por árboles leñosos llamados mangles que se ubican en litorales tropicales de suelo plano y fangoso, y aguas tranquilas (estuarios, bahías, ensenadas, lagunas costeras, etc.).
Los bosques de manglar ofrecen diversos servicios ecosistémicos que son claves, entre ellos: la formación de suelos, son sitios de crianza, refugio, anidación y alimentación de muchas especies, protegen la línea de costera, proveen sombra en la playa y sustentan la labor de mangleros, concheros, organizaciones ecoturísticas y pescadores. Además, funcionan como pulmones del medio ambiente porque producen oxígeno y capturan en mayor cantidad el CO2 (dióxido de carbono), uno de los gases que genera el efecto invernadero y provoca aumento en la temperatura del planeta y cambios en el clima.
Los bosques manglar tienen la capacidad de absorber más carbono que un ecosistema terrestre como los bosques secos.
Una parte del CO2 (dióxido de carbono) que captura el mangle se trasforma en oxígeno gracias a la fotosíntesis. La otra parte viaja por toda la planta y se guarda en el tronco, hojas, ramas y raíces. Al llegar a las raíces, este queda atrapado en áreas fangosas. Un porcentaje de CO2 es liberado en el agua que viajará hasta los pastos marinos u otras plantas acuáticas que lo convertirán en oxígeno para los mares y oceános.
Alrededor de este ecosistema confluyen comunidades locales que dependen de su disponibilidad de recursos y de su manejo sostenible.
En el Golfo de Morrosquillo se cuida, se maneja y se educa en pro de los bosques de manglar
En el departamento de Córdoba, se viene implementando una iniciativa agrupada para la conservación y manejo sostenible de los bosques de manglar del Golfo de Morrosquillo. Se trata de Vida Manglar, un programa que ha recogido experiencias y esfuerzos comunitarios e institucionales, que trabaja de la mano de las comunidades mangleras, en la protección y conservación de este ecosistema. Actualmente, se avanza en la expansión del programa en el departamento de Sucre.
Esta iniciativa colectiva le apuesta a la reducción de los efectos del cambio climático, pues su objetivo es evitar la emisión de aproximadamente 939.296 toneladas de CO2 a la atmósfera en los próximos 30 años.
Para el desarrollo de los objetivos del programa se cuenta con cuatro líneas estratégicas que constituyen las acciones de trabajo integral, las cuales se han enfocado a disminuir las presiones y amenazas de las fugas de carbono, para contribuir a la conservación, manejo y uso de su biodiversidad, así como con la restauración, recuperación y rehabilitación de los ecosistemas de manglar.
“Con Vida Manglar se logra consolidar una estrategia comunitaria para asegurar la sostenibilidad de los recursos ecosistémicos de estos bosques”, comentó Paula Ortega, coordinadora territorial del programa Vida Manglar.
Vida Manglar es un programa agrupado de la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y San Jorge –CVS–, CARSUCRE, INVERMAR, LA FUNDACIÓN OMACHA, CONSERVACIÓN INTERNACIONAL y catorce organizaciones comunitarias de mangleros del departamento de Córdoba.
Nuevas columnas de cenizas emanadas por el volcán Nevado del Ruiz
