
Tras aceptar cargos, la Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia condenó al exmagistrado del Consejo Seccional de la Judicatura de Córdoba Ramón de Jesús Jaller a 8 años y 7 meses de prisión domiciliaria por el delito de prevaricato por acción y omisión y ordenó su inmediata captura.
Jaller estuvo presente en la diligencia virtual en la que fue condenado y anunció su intención de presentarse al Inpec, en vez de ser capturado, en razón a su estado de salud, ya que está recibiendo quimioterapia.
El exmagistrado fue condenado porque archivó una investigación disciplinaria que se seguía en contra de la Juez Civil del Circuito de Lorica, Isabel Loreley Montes Oyola, por la supuesta concesión de derechos pensionales a personas que no cumplían los requisitos que exige la ley, afectando recursos del departamento de Córdoba.
El entonces magistrado asumió esa investigación en abril del 2011, dispuso abrir indagación y decretó, como única prueba, solicitarle a la juez que le enviara un informe sobre estos hechos. Con base exclusivamente en esa explicación, Jaller Dumar emitió el auto de archivo el 31 de agosto de ese año.
“En esencia, lo que la situación exigía era que se indagara acerca de los procesos judiciales cuestionados por la Gobernación, averiguar si existían o no fundamentos jurídicos para conceder los derechos que, según la queja, estaban siendo reconocidos y constatar si las personas involucradas –los demandantes, sus apoderados y sobre todo la juez investigada- estaban actuando de acuerdo con el ordenamiento legal. Estos hechos eran los que Ramón de Jesús Jaller Dumar estaba en la obligación de esclarecer”, dijo la Corte.
La Sala de Primera Instancia determinó que el exmagistrado debió declararse impedido para conocer ese caso, pues no solo su esposa había participado como abogada en uno de los procesos cuestionados, sino que además entre la juez y Jaller Dumar existía una estrecha amistad, lo que le impedía actuar con imparcialidad.
Por eso, la Sala dijo que Jaller “obvió los ordenamientos que propugnan por la prevalencia de la justicia y la búsqueda de la verdad material, desconociendo los principios de legalidad, imparcialidad y el de motivación suficiente de la providencia judicial en la que dispuso el archivo de las diligencias”.
También señaló que Jaller Dumar actuó con dolo, de forma consciente y voluntaria, al cerrar el proceso lo más pronto posible y así evitar las pesquisas que pudieran presentarse.
La Sala de Primera Instancia le concedió la prisión domiciliaria, teniendo en cuenta que esa medida fue acordada en el preacuerdo al que el acusado llegó con la Fiscalía, como único beneficio de la negociación en la que aceptó cargos. La sentencia fue apelada por la Fiscalía y la defensa.
Tomado de : El Tiempo